Veracruz ha sido un foco de violencia en México, y el reciente intento de secuestro en Coscomatepec agrava la situación. Este suceso pone en evidencia la vulnerabilidad de comunidades antes consideradas seguras.
Las imágenes muestran a varios hombres encapuchados, armados con rifles de alto calibre, intentando forzar la entrada a una vivienda. A pesar de destruir una cámara de seguridad, otra grabación los delató. Al ser confrontados por los ocupantes, uno de los secuestradores resultó herido y la banda se retiró.
La presencia de un vehículo patrullando junto a los delincuentes genera dudas sobre la integridad de las fuerzas de seguridad en la región.
La militarización del crimen y el uso de armamento exclusivo del Ejército indican una situación alarmante en Veracruz. Este evento no solo intensifica el miedo en la población, sino que también cuestiona la capacidad del gobierno para proteger a sus ciudadanos y controlar el crimen organizado. La confianza en las instituciones se ve amenazada.